viernes, 24 de junio de 2011

LA CAÍDA

Gustavo Yela

El Dasein vive cotidianamente en un estado de caída constante, es caer en las cosas cotidianas e intentar encontrar sentido en este estar en el mundo, sin embargo, es un caer en el uno para más bien encubrirse, este caer le hace huir de su existencia más propia.
El Dasein  no es auténtico al caer en la inercia del uno, se deja llevar por el ritmo de vida común y cree estar viviendo en plenitud, sin embargo esa caída no le puede conducir al mundo auténtico y ese quehacer enajenado, aparentemente con sentido, lo lleva más bien al mundo de la caída, al ser arrojado en donde el ser propio se torna escurridizo.   Es el estar sumergido en el uno, el estar con todos y con ninguno, ni siquiera con uno mismo y en esa carrera desenfrenada por el ser propio, perdemos la propiedad del ser.
Regularmente el Dasein  no es él mismo, el estar arrojado muchas veces le aleja del ser sí mismo.   Esa condición de estar en el mundo le obliga a meterse en ese mundo, dejándose  absorber por la dinámica existencial.
Ese estar en medio de las cosas del mundo, nos puede también cosificar y pasaríamos de seres impropios e inauténticos a un nivel más bajo de enajenación y alienación  viviendo más intensamente la caída.
El uno, la medianía, imponen sus categorías y el Dasein sujeto al dominio de los otros en su convivir cotidiano vive menos  su mismidad, su posibilidad de ser.
El problema, si es problema, es que si vivimos absorbidos en el anonimato del uno, en donde cada cual es igual al otro y el convivir disuelve al Dasein propio en el modo de ser de los otros, se vuelven escasas  las  posibilidades del ser.
Y si esa medianía que se nos impone indiscriminadamente con la única autoridad de la autoridad de la mayoría y si esa mayoría como sucede regularme sobrevive en una existencialidad  inauténtica, al ser arrojado, encerrado en sus límites, no le queda más que acomodarse, nivelarse y seguir siendo los otros.
El ser caído pues, nos protege, nos aliviana la carga, pero también nos impone toda la carga y significatividad del ser social con sus límites, alienaciones, criterios y mentalidad cultural.
Sin embargo, y a pesar de la nivelación que impone el uno, el Dasein sigue siendo posibilidad porque la esencia del Dasein es su existencia, su facticidad, es donde cabe la posibilidad del vivir con propiedad, con autenticidad.  
Me parece que Heidegger con esta temática de la “caída” toca un cuestionamiento siempre vigente, ya que una de las aristas que se podría derivar de esta reflexión seria:  hasta qué punto somos realmente nosotros mismos, originales, auténticos, seres propios o bien somos seres alienados, absorbidos por la fuerza, del torbellino social, que caminamos sólamente condicionados, empujados por esa dinámica social; es entonces que  a la manera de Heidegger, se nos presentan esas dos perspectivas, la personal y la social, como en un movimiento pendular en constante lucha cada fuerza por ganar terreno; el ser auténtico queriendo alcanzar más propiedad y autonomía,  mientras que la avalancha de la significatividad social invade todas las dimensiones de la personalidad.
Según estos planteamientos de Heidegger es muy difícil señalar la línea fronteriza, si es que existe, entre la dimensión personal y la dimensión social.

jueves, 16 de junio de 2011

LA MUERTE

Gustavo Yela

Cuando estamos al borde de la muerte, según diferentes testimonios, nos cuentan que como en una instantánea, se nos da una panorámica de toda la vida, como si fuese ese momento el privilegiado para revelarnos el sentido de la vida y/o de  la muerte.

En  el decir común se afirma que lo único que no tiene solución es la muerte, porque la muerte no es un problema es un misterio.  Todas las culturas han ido tejiendo rituales y ceremonias especiales para encontrarle sentido a  ese  misterio profundo, a esa realidad tan cercana pero tan desconocida.

Son las religiones las que con mayor esmero le han dado significado trascendental a la muerte.

Mientras tanto el ser humano de manera experiencial, fáctica, e inmediata  se encuentra irremediablemente a cada paso con la muerte.

Me parece que en las reflexiones de Heidegger la muerte también tiene un papel central;  revisemos algunos conceptos, por ejemplo:  la muerte se revela como la posibilidad más propia porque es única e intransferible, incluso en el caso de que alguien dé  la vida por otro  – como en el caso de Maximiliano Kolbe-  lo que hace es prolongarle la vida a ese beneficiado con el acto de heroísmo, pero la muerte tarde o temprano a todos nos toca y nos toca en lo más profundo e íntimo de nuestra personalidad, porque a cada uno nos corresponde ser los protagonistas titulares de nuestra propia muerte.

El Dasein –nos dice Heidegger- existe como un arrojado que está vuelto hacia su fin.   Y ese estar conscientes de que tenemos fecha de caducidad nos impulsa a realizar todo lo que hacemos, porque si no tuviéramos ese límite final y definitivo, tendríamos a nuestra disposición el tiempo de la eternidad y eso le robaría el sentido a la vida, por lo menos a esta vida que como seres humanos mortales tenemos.

Sin embargo  y a pesar de que la muerte es algo tan natural y hasta familiar –y más en nuestro  país que se dan 19 muertes diarias- la muerte siempre representa miedo y angustia ante lo desconocido; por eso, el uno justifica y acrecienta la tentación de encubrir esa realidad que significa el final de cada persona.

El uno procura una permanente tranquilización respecto de la muerte.  El uno  no tolera el coraje para la angustia ante la muerte y es donde se cultiva una tal superior indiferencia que enajena al Dasein de su más propio poder ser.

La cotidianidad nos absorbe para caer en la tranquilización y alienación  y esto significa una huida cadente ante la muerte.

La cotidianidad se queda en un ambiguo  reconocimiento de la certeza de la muerte para hacerse más llevadero el estar arrojado en la muerte.   Es un esquivamiento cotidiano y cadente de la muerte pero para Heidegger es un impropio ante la realidad de la muerte.   Porque la muerte es la posibilidad más propia del Dasein; es su más propio poder-ser en donde su ser está puesto radicalmente en juego.

La realidad final de la muerte nos permite ir construyendo nuestro propio camino hacia la autenticidad para llegar a ser uno mismo.

Sin embargo, la vida es una lucha permanente contra la muerte, desde que nacemos nos acompaña la sombra de la muerte; aunque Epicuro nos alienta ante el temor a la muerte y nos dice que mientras estamos nosotros, no está la muerte, cuando llega la muerte, dejamos de estar nosotros.  Otro autor… nos dice también que por qué preocuparse por el tiempo que ya no estaremos, esto es tan caprichoso como preocuparse por el tiempo que no estuvimos en esta vida.

La muerte, pues, es lo más original que puedo hacer en la vida, es algo que sólo yo puedo hacer a mí mismo.  La muerte reivindica al Dasein en su singularidad.   Nadie puede tomarle al otro su morir, el morir debe asumirlo cada Dasein  por sí mismo.

Por otra parte la muerte también es la actividad final más democrática de cada persona, porque ahí vamos todos por igual, los poderosos y los sencillos.

El hecho de que muchos no quieren saber nada de la muerte es una prueba de que el Dasein trata de huir de ella y en esa huida el Dasein absorbido en el uno, esta vuelto hacia la muerte, aunque no esté pensando expresamente en ella.

La muerte, pues, es una oportunidad para ser nosotros mismos, con propiedad, cuando la asumimos y la esperamos; Francisco de Asís la llamó “hermana muerte” y pidió que lo enterraran en contacto directo con  la tierra.   La madurez, la propiedad y la autenticidad     –me parece- pueden irse alcanzando gradualmente para que llegado el  momento de la muerte, podamos asumirla con serenidad y naturalidad.   La reflexión sobre la muerte puede convertirse en una motivación para la vida. 

martes, 14 de junio de 2011

BOSQUEJO DE ENSAYO FINAL

Aunque bastante tarde, este es el bosquejo del ensayo final en el que estoy trabajando.

Título: Hacía una Hermenéutica Jurídica a través de Ser y Tiempo.

I. La Hermenéutica de la Facticidad del Dasein

Se aborda acá la aperturidad, la comprensión y la interpretación como un modo de comprensión.
En este sentido lo mencionado por Heidegger.

a) El haber previo (Vorhabe), y en este nivel la interpretación se apropia de una comprensión comprende la totalidad respeccional ya comprendida. Lo comprendido pero todavía velado (cuando la interpretación no se ha dirigido a lo comprendido) se desvela guiado por un punto de vista para interpretar lo comprendido.

b)La manera previa de ver (Vorsicht) que según Heidegger “recortada lo dado en el haber previo hacia una determinada interpretabilidad. Lo comprendido que se tiene en el haber previo y que está puesto en la mira del modo previo de ver, se hace entendible por medio de la interpretación. Es decir que ahora la comprensión se vuelca hacía el punto de vista que sostiene el haber previo .

c)La manera de entender previa (Vorgriff), esto significa fundarse en una conceptualidad previa. Esto quiere decir que o bien la interpretación extrae del ente mismo que hay que interpretar los conceptos correspondientes, o fuerza al ente a conceptos a los que él se resiste por su propio modo de ser.

II. El Descubrimiento de la Pre-estructura de la comprensión por Heidegger según Hans-Georg Gadamer
En esta parte sobre todo lo que resulta de lo anteriormente descrito y del círculo hermenéutico que Heidegger describe:

“el círculo no debe ser degradado a círculo vicioso, ni siquiera a uno permisible. En él yace una posibilidad positiva del conocimiento más originario, que por supuesto sólo se comprende realmente cuando la interpretación ha comprendido que su tarea primera, última y constante consiste en no dejarse imponer nunca por ocurrencias propias o por conceptos populares ni la posición ni la previsión ni la anticipación, sino en asegurar la elaboración del tema científico desde la cosa misma”

Se aborda y sigue el camino de Heidegger, que se continua con Gadamer, pues si Heidegger demuestra la facticidad de la interpretación, Gadamer intenta hacer justicia a la historicidad misma de la interpretación mediante la rehabilitación de la idea de prejuicio (en contra de la ilustración que tiene el prejuicio contra todo prejuicio)

III. Hacía una hermenéutica jurídica

Abordando desde esta perspectiva la ley como texto que se interpreta, e intentando sacar provecho para la "región" jurídica de lo pensado por Heidegger. Se abordaría el problema del espíritu de la ley (como traslado a la psique del legislador) entre otras cosas.




miércoles, 8 de junio de 2011

Síntesis prospectiva 3

·         Ek-sistir (ST II) = co-devenir finito
o   «Dato» primordial para completar el análisis del existir: muerte, fin, cabo (telos, «acabamiento»), término, límite:
§  Imposible posibilidad / imposibilidad posible
·         Más propia:
·         la posibilidad —da origen a toda otra posibilidad
·         mi posibilidad
§  Extrema, irrebasable
§  Irreferente e intransferible
§  Cierta
§  Indeterminada:
·         No se sabe cuándo viene.
·         Cuando viene no se puede experimentar.
·         En sentido estricto siempre está ya viniendo.
o   Existencia plena y auténtica/propia: afrontar, asumir la propia finitud: enfrentar la muerte y atender la llamada de la conciencia.
o   Devenir ek-stático: existir de-finido por su
§  Por-venir, fin último personal/singular, «muerte» —mejor: morir, «finar»
§  Haber sido; pasado participio; historia particular desde el nacimiento
§  Pre-sente (¬ pre-sencia, estar-ante); la situación
o   Co-devenir = co-finitud
§  Porvenir-tradición-situación (acontecer) com-partidos
·         => co-acontecer
§  «Co-finar» ¬ fin:
·         unos de otros, delimitándonos mutuamente
·         unos con otros, co-definiendo el devenir (destino) común-singular
·         unos contra otros —el compartir no excluye la polémica (polemos, guerra, batalla, lucha)
·         unos para otros, porque el coexistir auténtico reclama una preocupación genuina por los otros
§  No fusión (sujeto colectivo, espíritu absoluto), pero tampoco ab-soluta dispersión en mónadas (solipsismo)

Respuesta al comentario de Fernando Jerez: Heidegger y su invitación al encuentro del ser: una lección de humildad (mi comentario favorito)

(El comentario lo publica Fernando el 10 de Marzo. La respuesta yo lo publico como entrada porque solo asi me permitia el Blog agregar una imagen)


Me dieron ganas de ser astronomo por un ratito... sabrosa tu escritura.

Los libros de texto resumen el movimiento de los astros en tres leyes de Kepler (de las cuales se dedujeron las leyes de Newton posteriormente y con las cuales se encontraron las excepciones de esas leyes con Einstein):
* Primera ley (1609): todos los planetas se desplazan alrededor del Sol siguiendo órbitas elípticas. El Sol está en uno de los focos de la elipse.

* Segunda ley (1609): el radio vector que une un planeta y el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales.

ley de las áreas es equivalente a la constancia del momento angular, es decir, cuando el planeta está más alejado del Sol (afelio) su velocidad es menor que cuando está más cercano al Sol (perihelio). En el afelio y en el perihelio, el momento angular L es el producto de la masa del planeta, su velocidad y su distancia al centro del Sol.

* Tercera ley (1618): para cualquier planeta, el cuadrado de su período orbital es directamente proporcional al cubo de la longitud del semieje mayor a de su órbita elíptica.
(Wikipedia)

Los astronomos insisten en mencionar estas leyes en sus clases introductorias y lo hacen por razones extra curriculares: se sorprenden de la elegancia y simplicidad con que encapsulan todo movimiento en la totalidad del universo. Lo que hay que entender aqui es que lo que llevo a ese descubrimiento fue precisamente esa ansia de elegancia. “Verdad”, “Ley comprobable” surge entonces de un anhelo casi estético. El concepto, las leyes que quedan solo vuelven a interesar, al menos para el científico honesto, cuando se refutan. Las leyes solo corresponden verdaderamente a la “realidad” cuando asombran.
Heidegger entiende que a todo “conocimiento proposicional”, “conceptual” corresponde un estado de animo. Hay un secreto que todo buen poeta guarda como tesoro: la forma en que nos acercamos a un objeto determina lo que ese objeto estará dispuesto a revelar. Rilke insiste de que la única forma de entender a un ente es tratarlo con una ternura absoluta, dedicarle el corazon entero, como si fuese lo único que existe. Los objetos vibran, estallan desde su silencio a una intensidad directamente proporcional a nuestra disposición a abrirnos hacia ellos, a dejarlos ser.

Tenes razón en hablar de humildad. Hay que ser fuertes para mantenernos en la pregunta y resister la tentación de cerrarnos al concepto. LO UNICO QUE PERMITE VIVIR VERDADERAMENTE ES EL MISTERIO, pero para ello hay que vivir con huevos, hay que vivir con la humildad que requiere el asombro perpetuo: el niño que juega con toda la seriedad del mundo. Solo asi el diagrama que ejemplifica las tres leyes de Kepler se convierte en pieza de arte:




(En mi tiempo de estudiante de ingenieria, en una borrachera, por poco me tatuo este diagrama, ja)